Descubre cómo mejorar tu fotografÃa inmobiliaria sin ser un experto ni invertir en equipo costoso, para aumentar el atractivo visual de tus propiedades y destacar en el mercado inmobiliario.
¿Buscas mejorar tu fotografía inmobiliaria? Estás en el lugar indicado. Estos consejos no requieren que inviertas en equipos fotográficos costosos, por lo tanto, no necesitas ser fotógrafo para beneficiarte de este artículo.
Puedes aplicarlos al promocionar tu propiedad en venta o renta, y son especialmente beneficiosos para quienes buscan mejorar sus habilidades fotográficas. Si te identificas con alguna de estas situaciones, ¡sigue leyendo!
Sigue leyendo para saber más o ve el siguiente video:
La fotografía inmobiliaria es una rama de la fotografía comercial donde el sujeto es una propiedad, que puede ser residencial, comercial, industrial o un terreno. Cada una de estas categorías tiene subcategorías. Por ejemplo, las propiedades residenciales pueden ser casas familiares, condominios, departamentos, etc.
Al ser un tipo de fotografía comercial, el objetivo suele ser mostrar las características de la propiedad para atraer a clientes potenciales a comprarla o rentarla. La fotografía inmobiliaria no se trata de una sola imagen, sino de un conjunto de imágenes.
Generalmente, necesitas capturar no solo el interior, sino también el edificio, los alrededores, etc. El número exacto de imágenes y lo que muestran depende de cada propiedad.
Si buscas iniciarte en la fotografía inmobiliaria o simplemente mejorar tus habilidades, estos son algunos consejos útiles.
Crea una lista de fotos para ayudarte a organizar la sesión y lograr que sea más eficiente. Esta lista es diferente para cada tipo de propiedad y algunos factores a considerar son si se trata de una casa o un departamento, y el número de habitaciones que tiene la propiedad.
Este es un ejemplo de una lista de fotos para una propiedad residencial, ajústala según cada ubicación:
Independientemente de tus habilidades fotográficas, una casa desordenada o sucia no se ve bien en las fotos, así que asegúrate de que la propiedad esté limpia y lista para ser fotografiada.
La puesta en escena o home staging es un servicio que consiste en redecorar una casa, reorganizar los muebles, etc., antes de tomar las fotos de la propiedad, para que luzca lo más atractiva posible para los posibles compradores.
Si es posible, intenta fotografiar temprano por la mañana o al final de la tarde. A estas horas se les suele llamar las horas doradas, ya que crean sombras suaves y tonos cálidos que quedan bien en casi cualquier propiedad. Asegúrate de que el sol ilumine la fachada de la casa.
Un día nublado también proporciona una buena iluminación para fotografiar una casa. Desafortunadamente, esto crea un cielo muy opaco que enmarca la propiedad.
Un trípode es un accesorio imprescindible para la fotografía inmobiliaria. Te ayuda a tener un encuadre fijo para componer mejor tus imágenes y evitar o disminuir la distorsión de la perspectiva.
También necesitarás un trípode si fotografías con poca luz. La luz ambiental disponible a menudo no es lo suficientemente intensa como para permitir una velocidad de obturación rápida. Y si no usas un trípode, las imágenes salen borrosas.
Para fotografiar bienes raíces, necesitas un buen lente gran angular. Este tipo de lente permite capturar la mayor cantidad de información en una sola toma, lo que es perfecto para tomar fotos que muestren la casa con contexto o capturen toda la sala de estar (y no solo una esquina).
Una excelente distancia focal que funciona en la mayoría de las situaciones en la fotografía inmobiliaria es un lente zoom de 16-35 mm, que ofrece un ángulo de visión de 107 a 64 grados. Esto ocurre cuando se usa en una cámara de fotograma completo, lo cual es recomendable para mantener el campo de visión más amplio.
Ten cuidado con las distancias focales cortas al fotografiar bienes raíces. Pueden distorsionar las imágenes.
Iluminar un espacio grande requiere tiempo, habilidad y equipo, por lo tanto, es mejor tomar la foto aprovechando la luz ambiental disponible. Estos son algunos consejos para trabajar con luz ambiental:
Uno de los aspectos difíciles de gestionar en la fotografía inmobiliaria es el balance de blancos, debido a la mezcla variable de la luz natural de las ventanas y la luz artificial del interior de la casa.
La luz de diferentes fuentes suele tener diferentes temperaturas de color, la cual se mide en grados Kelvin. Por ejemplo, la luz en un día soleado al mediodía mide unos 5500 grados Kelvin, mientras que la luz de una lámpara de escritorio suele medir entre 2700 y 3000 grados. A estas temperaturas, la luz natural se percibe como blanca, mientras que la de la lámpara de escritorio se percibe como amarilla.
La mejor opción es intentar usar un solo tipo de luz. Si entra mucha luz por las ventanas, apaga las luces interiores y usa solo la luz de la ventana. O bien, usa iluminación interior y un flash para atenuar la luz natural.
Al elegir dónde colocar el trípode, ten en cuenta el alcance de las fotos inmobiliarias: mostrar las características de la propiedad y representarla de la forma más objetiva posible.
También debes considerar las limitaciones de la fotografía inmobiliaria. Es decir, solo tienes unas pocas imágenes para mostrar las características de la propiedad y, al mismo tiempo, captar el interés del espectador mientras navega por cientos de anuncios.
Sin embargo, algunas propiedades no tienen mucho margen de maniobra. Si el espacio es pequeño, podrías tener que disparar desde la puerta para poder colocarte detrás de la cámara. Elegir un lente gran angular (como el mencionado anteriormente) también puede ayudar. Si es posible, intenta siempre incluir tres paredes para ofrecer una mejor idea del espacio.
Al fotografiar bienes raíces, es fundamental evitar o reducir la distorsión de la perspectiva. Para lograrlo, necesitas una cámara nivelada para que todas las verticales, como puertas, esquinas de paredes, etc., se vean rectas. Puedes usar un nivel de burbuja doble para asegurarte de esto.
Nivelar la cámara requiere algo de atención, pero no es difícil y no está sujeto a interpretación. Por otro lado, encontrar la mejor altura para disparar puede ser más difícil, ya que es subjetiva y puede variar de una habitación a otra.
Disparar a la altura del pecho es lo habitual para evitar la distorsión. Sin embargo, esto a veces puede resultar en demasiado techo y muy poco primer plano. En algunos casos, incluso podría ser necesario cortar un mueble demasiado cerca de la cámara, lo que crea una composición poco atractiva.
Para solucionar esto, dispara desde una altura menor. La mayoría de los fotógrafos inmobiliarios recomiendan la altura del pomo de una puerta. Hasta que tengas más experiencia, prueba a disparar a diferentes alturas para encontrar la mejor para cada toma.
Aplica estos tips y lograrás fotos que destaquen tu propiedad en un mercado tan competitivo como el inmobiliario. ¿Cuál probarás primero?
Esperamos que esta información te haya sido de utilidad, pero si deseas una atención más personalizada, ponemos a tu disposición nuestro equipo de profesionales inmobiliarios.