Antes de hacer cualquier inversión inmobiliaria, familiarÃzate con estos 10 tips para ganar cualquier negociación en bienes raÃces.
En el mundo de los bienes raíces, es imprescindible entender cómo hacer una negociación inmobiliaria. Negociar es un arte, una habilidad y una ciencia. Antes de hacer cualquier inversión inmobiliaria, familiarízate con estos 10 tips para ganar cualquier negociación en bienes raíces.
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Cada trato es importante; sin embargo, oculta tus emociones durante una negociación inmobiliaria; no compartas demasiado en un intento de verte mejor. Habla menos y escucha más. El silencio es la palabra más ruidosa.
Entre pausas de silencio, el temor de perder el trato potencial, intimida a la persona del otro lado de la mesa de negociación. Aprovecha esto para el resultado de tu elección.
En una negociación inmobiliaria, el conocimiento es poder. Infórmate sobre quiénes son los inversores inmobiliarios exitosos y establece relaciones con los planificadores de la ciudad en el municipio que estás buscando. Infórmate sobre la zonificación y los usos.
El conocimiento es una valiosa adición, bien seas un vendedor, un cliente, un arrendatario o un comprador. Agrégale siempre valor al lado opuesto y observa cómo se desarrolla la magia.
Este es un concepto básico en una negociación inmobiliaria: nunca mientas. Las mentiras siempre son descubiertas y tu serás responsable de ello. ¿No te parece un buen momento? No lo es.
Hay apalancamiento en la confianza. Haz siempre lo correcto. Muestra acciones confiables y observa cómo se resuelven tus negociaciones. La confianza y las negociaciones funcionan en conjunto en el sector inmobiliario y más allá.
Una estrategia útil en una negociación inmobiliaria, es permitir que la otra parte piense que sus ideas son las que están llegando a buen término. La persona del otro lado de la mesa de negociación, debe sentirse cómoda en todo momento.
Es natural que alguien crea que tiene el control de la situación, haciéndola más cómoda para ellos. Usa un lenguaje afirmativo que deje la pelota en su cancha.
A veces, los corredores, vendedores y compradores actúan, como si el trato frente a ellos, fuera el último trato de sus vidas. No inicies una transacción con esta mentalidad.
La mesa de una negociación inmobiliaria no es un campo de batalla. La humildad y la empatía nunca deben darse por sentadas. Si estás adoptando un enfoque duro hacia el trato, la otra parte se sentirá incómoda. Negociar se trata de encontrar una situación en la que todos ganen. Concéntrate en escuchar los problemas en cuestión y ofrece soluciones.
Al principio, nunca pongas todas tus cartas sobre la mesa. Muchos negociadores se apegan al término medio. Quédate callado, deja que la otra parte hable primero y navega desde allí.
Una vez que todo esté sobre la mesa, expresa tu punto. Puedes configurarlo más bajo, sabiendo cuál será el punto medio potencial. En esta negociación inmobiliaria, ya estás por delante.
Si estás actuando como negociador, es importante que conozcas el clima del mercado actual. Por ejemplo, a veces, las tasas de mercado están infladas. Conoce los hechos antes de acercarte a la mesa de negociación. Una o dos transacciones son insuficientes para obtener datos confiables.
Además, en una negociación inmobiliaria también es importante que conozcas los factores que elevan o desinflan los precios de las propiedades. Por ejemplo, una cocina nueva es un valor agregado, mientras que una cocina vieja es una pérdida.
El conocimiento básico del ambiente inmobiliario actual, hace maravillas en tus negociaciones. Si no tienes tiempo para estudiarlo, contrata a un profesional. Te ahorrará tiempo y dinero.
Haz una lista de tus esfuerzos persuasivos recientes y practícalos en la vida cotidiana. ¿Qué funcionó? ¿Qué no? Anota lo que quisiste, lo que dijiste y el resultado de la práctica.
Estudia tus técnicas exitosas. Con el tiempo, encontrarás lo que mejor funciona para ti. Mantente constante y honesto.
Este es uno de los tips maestros de las técnicas de negociación inmobiliaria. Algunas personas tienen demasiado miedo de decir ?no? y esta es una desventaja.
El poder del no y la fricción, usado con sensatez, puede ayudarte enormemente. La fricción es buena, en la medida en que no violes la regla de no estar sobreexcitado, o ser demasiado difícil de manejar.
Por ejemplo, decir no en el momento adecuado durante el trato, puede ser extremadamente persuasivo para otra persona. Es posible que se pongan nerviosos por no poder ofrecer una situación en la que todos salgan ganando, o tal vez tengan limitaciones financieras.
No tengas miedo de alejarte. El poder del no puede ayudarte a llegar a tu resultado final.
Apresurarte hacia una negociación inmobiliaria, sin familiarizarte con la otra parte, es una desventaja. Para crear una situación en la que todos ganen o para aprovechar la fricción, debes conocer y considerar los objetivos de la otra parte.
Por ejemplo, supongamos que la otra parte se especializa en bienes raíces industriales y está buscando una nueva planta de producción. Con tu conocimiento inicial, puedes observar mejor los aspectos más destacados de la propiedad industrial.
Dale a la otra parte una pista que te ayude a guiarlo hacia tu próximo objetivo. Idealmente, la sugerencia es sutil, pero poderosa. Esto solo se puede hacer si te has familiarizado con la persona en el otro extremo de la mesa de negociación inmobiliaria.
Esperamos que esta información te haya sido de utilidad, pero si deseas una atención más personalizada, ponemos a tu disposición nuestro equipo de profesionales inmobiliarios.